La ortodoncia y ortopedia cráneo facial son disciplinas de la Odontología que se dedican al estudio y corrección de las anomalías de posición y desarrollo de los dientes, maxilares y estructuras faciales, con el objetivo de obtener una adecuada función y estética del sistema estomatognático. Estas áreas de la Odontología tienen como principal enfoque el diagnóstico, prevención y tratamiento de las maloclusiones, que son alteraciones en la posición de los dientes y maxilares, y que pueden afectar la salud bucal y general del paciente.
La ortodoncia se define como la especialidad odontológica que estudia y corrige las anomalías de posición de los dientes y maxilares, con el objetivo de lograr una oclusión dental correcta, es decir, una mordida adecuada. La ortopedia cráneo facial, por su parte, se encarga del estudio y tratamiento de las alteraciones en el desarrollo de los maxilares y estructuras faciales, en pacientes en crecimiento y desarrollo.
Por otra parte, las maloclusiones pueden clasificarse de diferentes maneras, según su origen, gravedad y características clínicas. Entre las clasificaciones más comunes se encuentran la Clasificación de Angle, que clasifica las maloclusiones en Clase I, Clase II y Clase III, según la relación entre los dientes anteriores superiores e inferiores; y la Clasificación de Skeletal, que clasifica las maloclusiones en Clase I, Clase II y Clase III, según la relación entre los maxilares superiores e inferiores. Además, las maloclusiones pueden clasificarse como dentales, esqueléticas o funcionales, dependiendo de su origen.
La ortodoncia ha evolucionado a lo largo de la historia, desde los primeros intentos de corrección de las maloclusiones registradas en la antigüedad, hasta los avances tecnológicos y científicos de la actualidad. En la antigüedad, se utilizaban dispositivos rudimentarios para corregir las maloclusiones, como alambres y ligaduras. Sin embargo, con el paso del tiempo, se desarrollaron diferentes técnicas y aparatos ortodóncicos, como los arcos y bandas metálicas, los brackets y los alineadores transparentes, que permiten una corrección más precisa y estética de las maloclusiones.
A su vez, tienen una gran importancia en la salud bucal y general de los pacientes. Una maloclusión no corregida puede tener efectos negativos en la función masticatoria, la fonación, la respiración, la estética facial y la salud periodontal. Además, las maloclusiones pueden afectar la calidad de vida y la autoestima de los pacientes, ya que pueden tener dificultades para hablar, comer o sonreír con confianza.